Una pérdida es una pérdida



Una pérdida es una pérdida.
Durante los días y meses posteriores algo va gestándose en tu interior, como cuando sientes estar recibiendo de nuevo la visita de la inspiración, esa amiga que nunca termina de abandonarte a pesar de que pasa largos lapsos de tiempo sin acordarse de ti.
De repente, un día, después de meses de sequía creadora, te vuelves a zambullir en la creación.
No sientes nada, sólo pintas en silencio lo que te apetece.
Esta vez la inspiración ha venido en forma de tenebrismo, Caravaggio me ha prestado su luz y su tiniebla.
Gracias, compañero.
Me vuelvo a autorretratar, como un Cristo yacente.
El dolor se muestra sin tapujos, respira en un ser que aparentemente ya no tiene vida.
Las heridas del calvario están presentes, al parecer la escena representa un momento posterior al descendimiento de la cruz.
La postura es propia de una Pietà pero, ¿no hay Vírgen que sostenga su cuerpo?
Parece apoyarse directamente contra la pared y el suelo, sin embargo existe la sensación de que falta algo.
Desequilibrio.
Falta de apoyo para el cuerpo.
Cristo sin acompañantes.
Solo.
Una pérdida, es una pérdida.

Dedicado a mi tía Josefina.

2 comentarios:

alta dijo...

Es un deleite poder contemplar esta obra. Enhorabuena, es realmente bella!.

(Isra)

Alicia dijo...

La tía estará con nosotros siempre y cuando no la olvidemos =)

Es un cuadro realmente precioso, tete. Me encantó.

Rafa Ibáñez

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