El Arteterapia en mi camino

Es evidente que el Arte por sí mismo no cura una enfermedad, pero sí está ampliamente probado que ha ayudado a muchas mentes, patológicas o no, a sublimar sus conflictos interiores, inconscientes, y por tanto a sobrellevar mejor sus cargas. Gran parte de la población confunde el Arte con la enfermedad, se dice con bastante asiduidad que “los pintores están todos locos” o que “los músicos son todos unos chalados”. Observemos el caso de Van Gogh, por ejemplo, el hombre que llegó incluso a cortarse una oreja, eso todo el mundo lo sabe. Lo que no se suele contemplar es que, probablemente si Van Gogh no hubiera pintado, si no hubiera podido simbolizar todos sus conflictos, muy probablemente su mente habría padecido todavía mucho más de lo que ya padeció. Lo mismo podríamos decir de Salvador Dalí, la pintura no provocó la locura en él –una locura muchas veces fingida, por otra parte-, sino que le sirvió para sublimar todos sus delirios y por tanto para no dejarle caer en la sinrazón que le provocaba semejante nivel de creatividad desbordante.
A mí también todo esto me costó mucho de entender. Yo me licencié en historia del arte, soy también un pintor aficionado y en mi caso, en un primer momento sentía que el Arte no hacía sino prolongar un sentimiento profundamente narcisista y antisocial, el cual se auto-alimentaba con el tiempo. Mucho después, sin embargo, he llegado realmente a entender que la pintura no me estaba volviendo loco, sino que en realidad me permitía sobrellevar mis preocupaciones y a entender ciertas cosas de mí mismo, precisamente no dejándome caer en la locura.
Fue el psicólogo Xavier Conesa, de Mollet, quien supo ver mis características y me encaminó hacia el AT. ¿Qué supuso para mí el AT? El AT supuso para mí una respuesta largamente esperada, primeramente porque yo buscaba ya des de hace tiempo una manera de poder ofrecer un servicio a través del arte -había sido guía de gran infinidad de museos e instituciones culturales- y aunar así mis dos grandes pasiones, por una parte mi vocación para con los demás y por otra mi amor incontestable por el arte. En segundo lugar, respuesta porque ha respondido a aquello a lo cual había tardado años en darme cuenta, a saber, que si bien el Arte ya es beneficioso por sí mismo, si se utiliza de una manera adecuada puede llegar a ser realmente terapéutico. Y esto sólo se conseguirá con la ayuda de un arteterapeuta debidamente formado.
Rafa Ibáñez

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Felicidades Rafa! Creo que haces un trabajo magnifico

blanca dijo...

Rafa! Hace mucho que no sabía de ti...
Qué chulo lo que haces! Me parece muy interesante,
Mucha suerte! Ya nos irás contando!!

blanca dijo...

Rafa! Hace mucho que no sabía de tí!
Qué chulo lo que haces! Muy interesante!
Mucha suerte! Ya nos irás contando!

Dafne dijo...

Desde S.C.de Tenerife muchas felicidades,has logrado que muchas personas mejoren en su dia a dia.

Ana Costas dijo...

Hola Rafa! Me encanta tu blog y conociéndote y sabiendo de tu implicación en esta profesión, que ambos compartimos apasionadamente, todavía me gusta más. Un abrazo y gracias por toda la información interesante que compartes con el público. Un abrazo,
Ana

Rafa Ibáñez

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